Interferencia y Tamashi Danza unidos por el bicentenario del compositor y pianista polaco Frederic Chopín.
Coreografía comprometida y autentica, recordando algunas de las piezas musicales más bellas, románticas, y líricas del aclamado compositor. Adscrito al movimiento ya mencionado y con un único propósito sentirle eternamente.

Oímos a Chopín, e impregnados de fragilidad nos abandonamos a la melancolía, que perdura sin letargo...
Cristal, piano y movimiento, se reflejarán en la lluvia de nuestras miradas eternamente.

Entre tus notas, caminando de espaldas, un marco sin mas, tropezamos y con permiso entramos. Acariciamos nuestra piel entre sonatas y polonesas. Tu despedida nos va desnudando dejando que el marco de tu memoria nos inunda de pasión.

Dedicado a Frederic Chopin (1810- 1849) por siempre, Marco Antonio y Alfonso Cayetano.

TUYO CHOPIN

Tuyo Chopin.

Tú Chopin.

Yo Chopin.

Tú y yo.

Un regalo desde la Tierra y la clave para amar sin barreras, sin juicios, rodeados de romanticismo y surrealismo.

Porque Chopin llegó a nosotros a través de su música y a través de ella nos expresamos directamente desde el corazón. Nuestro corazón es su música.

Oímos a Chopin e impregnados de fragilidad nos abandonamos a la melancolía que perdura sin letargo.

Dos hombres, dos sillas, partituras, un marco y dos espejos.

Sensaciones.

Dedicado a Chopin.

Es la historia de un amor.

Llueve.

Un encuentro fortuito a través de una mirada.

Dos corazones que se juntan.

Sensaciones.

El principio de una historia donde se conocen, se averiguan y se perciben.

Juegos en un mundo donde sólo brilla la complicidad, la tolerancia, la comprensión, las ganas de vivir y de luchar…

Un mundo donde sólo brilla el AMOR.

Un espejo que nos envuelve en su marco misterioso.

Un marco que tiene las claves y las notas para traspasarlo.

Y después…

Otra vida donde los recuerdos son las ganas de AMAR.

Señoras y señores déjense llevar por sus sentimientos y escuchemos a Chopin…

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